viernes, 11 de octubre de 2013

Espiritu, persona y sociedad (Mead)


La persona no es persona por nacer, la persona se crea y solo puede ser creada por las relaciones sociales. La persona no es persona al nacer, en ese momento es solo cuerpo, el cuerpo se diferencia de la persona porque carece de conciencia, el cuerpo puede actuar de acuerdo a experiencias aprendidas que son la repetición o la adaptación de mecanismos de conductas, es decir, el cuerpo puede actuar de forma inteligente pues el cuerpo aprende pero no es la persona porque el cuerpo es incapaz de convertirse en un objeto para sí. La capacidad de ser un objeto para sí es lo que permite que el humano pueda llegar a ser una persona. Ser un objeto para sí se refiere a la capacidad de extraerse del cuerpo, de la visión única en primera persona y observarse fuera de sí, como si el sí mismo fuera un objeto y evaluarlo como tal.
El humano se convierte en un objeto para sí mismo solo en el intercambio social. Es necesaria la incorporación del efecto de los demás y el efecto propio sobre los demás, esos son los elementos a analizar para convertirse en objeto para sí. El convertir en un objeto para sí sólo se consigue en la comunicación. La comunicación se entiende en varios pasos que se describirán a continuación, en cierto momento de la comunicación obtenemos lo necesario para analizar, únicamente posible a través de la conducta objetiva e impersonal, el propio ser y conseguir colocarse como un objeto para sí. La comunicación inicia con el individuo que presenta un gesto (se explicará este concepto más adelante), el individuo o individuos receptores tienen una reacción (también más adelante), en este momento pueden pasar dos eventos dependiendo de la experiencia social del primer individuo en el tipo de situación social especifica donde se esté llevando a cabo la comunicación, la primera posibilidad es que el primer individuo no tenga experiencia en la situación, impidiéndole reaccionar de forma reflexiva y con conducta racional, en ese caso solo reacciona a la reacción del segundo individuo, la segunda posibilidad es que el primer sujeto tenga experiencia social en esa situación, eso le permite observarse la comunicación fuera de sí, entonces observa la reacción del segundo individuo, incorpora esa reacción y reacciona de acuerdo con esa reacción, a continuación es el turno del segundo individuo de enfrentarse a las mismas dos posibilidades que se acaban de plantear. El caso ideal, el que permite el convertirse en objeto para sí mismo es el de la segunda posibilidad. La comunicación se hace a través del lenguaje, se basa en la lectura de las propias acciones, de lo que provocan en los receptores, de lo que provoca en mí la reacción de los receptores y que provoca mi reacción ante la reacción de los receptores en los receptores. Colocarse fuera de sí y observar la conducta para comportarse en respuesta a las conductas de los otros es el convertirse en un objeto para sí. El ser un objeto para sí permite que el humano se convierta en persona, sin ser un objeto para sí no existe la persona.
En la comunicación es importante el análisis de la propia conducta y no solo de la reacción del receptor. Además es necesario señalar que no todo lo que se dice y se hace es parte de lo que es la persona, la persona es sólo la presencia racional resultado del análisis de la comunicación habiéndose convertido en objeto para sí. Además, en nosotros existen varias personas, o partes de una persona que no están abiertas a todo público, que son privadas, esto se debe a que la persona es el resultado final del proceso social (comunicación pero a gran escala, incluyendo a elementos del ambiente), por tanto hay personas por cada proceso social en el que estamos involucrados, la comunicación consigo mismo permite la existencia de personas también, personas que se quedaran en el ámbito privado.
La comunicación forma nuestra persona, la forma al crear una organización de la información obtenida de los intercambios sociales. A través de la comunicación aprendemos, entonces organizamos la información obtenida y la utilizamos ordenada según su utilidad y función. Por tanto es de esperar que una comunidad tenga una organización de esa información en común y que las personas en esa comunidad compartan modelos de conducta o comportamiento basados en la organización de su comunidad.
“Lo esencial para la comunicación es que le símbolo despierte en la persona de uno lo que despierta en el otro individuo” (p. 180)
Algunos conceptos de la comunicación:
Gesto: Acción de un individuo (estimulo) que puede provocar una reacción o reflexión en otros individuos, además siempre provoca una reacción o reflexión en el propio individuo, si no lo hace no se considera persona. La significación de un gesto sólo existe en la significación que da el otro, para el sujeto aislado el gesto no tiene significación
Símbolo: Es la representación de un elemento existente, que existe en el pensamiento de todo individuo. No existe símbolo completamente particular pues la representación se forma con la presentación la cual ocurre en el proceso social. El símbolo es en el universal en el pensamiento, es decir, cuando nos referimos a un símbolo en nuestra comunicación cotidiana lo hacemos bajo la idea de que es igual para todos.
“Un símbolo no es otra cosa que el estímulo cuya reacción es dada por anticipado” (p. 208)
Reacción: Gesto que sirve de respuesta al primer gesto que el primer individuo emplea para iniciar la comunicación. La reacción solo tiene sentido dentro de la significación en la conversación de gestos.
Organización: Es le orden de  prioridad con el que se incorporan en la conducta propia las reacciones de los otros y las propias ante un gesto del individuo. Moldea la conducta y permite la vida en la comunidad.
El otro generalizado: Es la organización a nivel social, una comunidad comparte ciertas leyes morales y éticas, conforma un modelo de comportamiento propio de esa comunidad y a través del lenguaje (comunicación) lo transfiere al individuo. El modelo, la generalización de la personalidad del todo el grupo, es el otro generalizado. Para ser una persona el individuo debe encajar con el modelo de la comunidad, representando hasta lo más que se pueda el otro generalizado.
“Sólo cuando los individuos adoptan la actitud o actitudes del otro generalizado hacia sí mismo, sólo entonces se hace posible la existencia de un universo de raciocinio” (p. 186)
Espíritu: Sucede cuando el nivel de organización entre individuos alcanza tal nivel que es capaz de asumir la actitud de otro para cooperar con él. El espíritu es solo posible cuando se internalizan en el individuo los procesos sociales de la experiencia y la conducta, es la internalización de los gestos significantes de otros individuos hacia él mismo y hacia los otros.
“El espíritu es, sencillamente, el juego recíproco de tales gestos en la forma de símbolos significantes”  
En las comunidades existen dos clases sociales. La concreta, donde sus individuos se encuentran relacionados directamente, es decir, comparten espacios y conversaciones, y la abstracta, donde los individuos no están directamente relacionados sino que los relacionan elementos del medio, no necesariamente establecen comunicaciones entre ellos pero se encuentran en condiciones semejantes.
            Para el desarrollo de la persona existen dos etapas. La primera es la organización de  las actitudes particulares de otros y del individuo hacia el individuo, la segunda es la organización de las actitudes del otro generalizado. Para ser un miembro orgánico de la sociedad es necesario pasar por estas dos etapas.
“Pertenece a ella (el individuo a la sociedad) en el grado en que permite que la actitud del otro, que él adopta, domine su propia expresión inmediata” (p. 188)
            Para la existencia de la persona es necesaria la pertenencia a un grupo pre-existente a la persona. El individuo incorpora la organización de ese grupo y así ese grupo le confiere la posición de persona. Las leyes de una comunidad promulgadas en el modelo del otro generalizado alcanzan su máxima expresión en la institucionalización de las conductas, convirtiendo actitudes hacia ciertos gestos en cuestiones de tradición o en normas morales.
            La norma moral de una comunidad no es una instancia inamovible, es evolutiva y va cambiando gracias al proceso social. El cambio sucede cuando el individuo presenta ante la comunidad su posición, la comunidad lo discute y en los intercambios sociales comienza a organizarse a nivel particular, de esta manera puede ser que la organizaciones colectivas de los individuos de la comunidad lleguen a convertirse en la organización de la comunidad, es decir, en el modelo del otro generalizado.
            Existe una diferencia entre conciencia y conciencia de sí, esta es que la conciencia es solo el conocimiento sobre lo que afecta al propio cuerpo, en cambio, la conciencia de sí es la capacidad de verse como objeto.
            También hay diferencia entre el yo y el mí. El yo es la persona de surge de la adopción del mí. Con esto se dice que el mí es “la serie de actitudes organizadas de los otros que adopta uno mismo” (p. 202)  y el yo es la reacción del organismo, es decir, no de la persona, ante esas actitudes.  El mí es un yo de un tiempo distinto.           
“El yo … es algo que, por así decirlo, reacciona a una situación social que se encuentra dentro de la experiencia del individuo. Es la respuesta que el individuo hace a la actitud que otros adoptan hacia él, cuando él adopta una actitud hacia ellos” (p. 205)
            Juntos el yo y el mí conforman una personalidad. Esto gracias a que la conjunción del yo y el mí permite la conciencia del cambio en el individuo, permite observar la experiencia social.
            El cambio en la organización de una comunidad se consigue al presentar nuevas ideas. Las ideas surgen en la misma comunidad como resultados de la búsqueda de soluciones a las exigencias sociales del grupo. Sin importar cuál sea la idea la comunidad va a reaccionar ante ella, ya sea reforzando el modelo actual del otro generalizado o poniéndolo en duda, iniciando así el posible cambio de ese modelo. Es importante recalcar que el cambio no es mágico, sino que entre más institucionalizado más gradual es el cambio. La comunidad siempre reacciona porque la persona tiene tendencia critica, ya sea negativa o positiva, por lo que criticaran toda idea, además, se marcan dos tipos de crítica, una basada enteramente en valores objetivos llamada científica y otra que es la asimilación de las ideas sin someterlas a un pensamiento crítico objetivo, en este caso hablamos de crítica de orden mágico.                   

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